Doctora: ¿soy fértil?

Muchas de mis pacientes hacen esta pregunta durante una revisión de rutina. Muchas vienen con ese temor porque han escuchado casos cercanos de amigas, conocidas o familiares a las que le ha costado un poco más quedarse embarazadas. Para nadie es un secreto que existe un porcentaje de parejas que ronda un 15 por ciento y cuyas cifras van en aumento, que tienen dificultad para concebir y que necesitarán un tratamiento de Reproducción Asistida.

La causa de estos problemas de fertilidad son variadas pero es importante destacar que la edad de la mujer juega un papel fundamental a la hora de tener hijos, ya que nuestra fertilidad va a ir disminuyendo con los años debido a que nacemos con un número de óvulos predeterminado, que nos vamos a ir gastando a lo largo de la vida reproductiva y cuya calidad va a ir disminuyendo con el tiempo, más concretamente, a los 35 años en el promedio de las mujeres, es cuando la fertilidad empieza a disminuir de manera más marcada, y asi vamos a tener que a los 37,5 años, aumenta de manera biexponencial, la velocidad de destrucción de nuestros ovocitos. A los 40 años, se considera que nuestros ovarios entran en una especie de «tercera edad » desde el punto de vista reproductivo, y nada tiene que ver con nuestro aspecto físico o estado de salud, alimentación y deporte que realicemos, obedece a la fisiología femenina y al funcionamiento de nuestro aparato reproductor, por ende, claramente la mejor edad para concebir es cuanto más temprano mejor, aunque sabemos que por distintos motivos sociales, económicos y culturales, no siempre es posible además de ser una decisión que involucra muchos factores y no es tan sencilla.

Aún así considero que es mi deber y responsabilidad para con mis pacientes, asesorarlas en cuanto a su fertilidad, y a que conozcan la importancia de no postergar la maternidad, siempre que su deseo sea ser madre. Siempre les explico que en mi humilde opinión, nunca es el momento perfecto para tener hijos, siempre estamos en medio de alguna meta, queremos lograr algo más en nuestras vidas, más estudios, más trabajo, mejores condiciones, la pareja ansiada, pero es un hecho innegable que la biología del ser humano sigue siendo la misma y al postergar demasiado la maternidad no arriesgamos a entrar en la estadística de pacientes a las que le cueste un poco más lograr el embarazo o que aumente la posibilidad de abortos, porque a la par que disminuye la cantidad de nuestros óvulos, también disminuye la calidad de los mismos. Sin embargo, es importante dejar muy claro que existen muchos otros factores que pueden causar problemas de esterilidad, más allá de la edad de la mujer, factores masculinos, problemas en las trompas de Falopio, factores hormonales, etc. La ventaja del factor edad, es que de alguna manera, yo puedo ejercer un efecto preventivo mediante la divulgación de información apropiada y clara para que las mujeres tomen las decisiones que crean más convenientes desde el empoderamiento que confiere el conocimiento científico y la ventaja de tener opciones.

La fertilidad es un asunto de pareja, y para estar totalmente seguros de que una mujer es fértil, es necesario intentar lograr el embarazo porque podemos analizar todos los factores que se necesitan por separado pero aún así es necesario que ese óvulo y esos espermatozoides interactúen para que se produzca la fecundación, por lo tanto antes de intentar concebir, nunca podemos analizar todos los parámetro de la fertilidad, sin embargo, podemos analizar los factores masculinos y femeninos más importantes para confirmar que todo esté bien o ayudar a corregir alguno en caso de alteración y evitar la pérdida de tiempo valioso, innecesario.

Lo que hoy en día se consideran como «pruebas de fertilidad» es un conjunto de exámenes que sirven para evaluar la salud ginecológica de la mujer y de las más importantes tenemos la ecografía transvaginal para ver tus ovarios y saber «cuantos óvulos tienes» que también se conoce como recuento de folículos antrales y este test es sencillo, económico, indoloro y puede ser practicado por tu ginecólogo durante una exploración de rutina.  Yo siempre intento decirle a mis pacientes cómo veo sus ovarios y como se ve su útero y endometrio en relación a la fertilidad y sirve de orientación para saber si todo está acorde a la edad.

El otro test que se realiza mucho es la medición en sangre de la hormona Antimülleriana (HAM) que es directamente proporcional a la cantidad de óvulos, es decir a menos valor, menor cantidad de óvulos. No es palabra santa, es un parámetro orientador para predecir la respuesta de una paciente a la estimulación ovárica en un tratamiento de fertilidad y para saber si su reserva es baja pero si nos dicen que la HAM es baja pero aún no hemos intentado embarazo, no debemos tomarla como una sentencia, a mis pacientes les aconsejo intentar lograr el embarazo primero, al menos 6 meses y muchas veces se quedan embarazadas . Cada caso es único y como tal debe individualizarse, hay muchos factores que analizar en cada paciente desde el punto de vista de su fertilidad. Nunca intentes comparar tu caso al de otras mujeres o parejas, la medicina reproductiva siempre debe ser personalizada e individualizada ya que ningún caso es igual al otro, cada mujer es un universo con todas sus variables.

Así que la próxima vez que me preguntes en consulta si eres fértil: te haré una revisión ginecológica completa, con citología, ecografía transvaginal, miraré tus ovarios, te pediré unos análisis de sangre y veremos como está tu estilo de vida, si hay otras enfermedades, sobrepeso, como comes, como duermes, como está tu vida sexual y tu nivel de estrés, si fumas, en que ambiente respiras , y sobre todo, miraré tu fecha de nacimiento para asesorarte según tus deseos y proyecto de vida.